31 octubre 2012

Entrevista a La presidenta de Siemens

Rosa María García: «España no es una economía de barro»

«El Gobierno está tomando las medidas adecuadas pero hay que darle tiempo», asegura la presidenta de Siemens España

 

La presidenta de Siemens España, Rosa María García
Esgrime las cifras de Siemens con orgullo y recuerda que es la empresa «que más innova de Europa» al crear 40 patentes cada año. Innovación, innovación, innovación. Es el mantra contra la crisis que repite Rosa Mª García (Madrid, 1965), que hace escasas semanas cumplió un año al frente de Siemens España. Hace marca, también, por el país. Si bien lamenta la ausencia de grandes licitaciones de obra pública, destaca las virtudes de las empresas nacionales. Y valora que España apueste su salida de la crisis a la exportación. En su opinión, hay sustancia para ello.
-¿Qué le parece el plan de infraestructuras del Gobierno?
-Es realista y equilibrado. A todos nos gustaría que hubiesen más inversiones, pero los presupuestos no son infinitos, sobre todo cuando la mayor parte de nuestros fondos se destinan a pagar las prestaciones de desempleo, los intereses de la deuda y las pensiones. Aún así, hay que seguir trabajando en las infraestructuras. Debemos continuar siendo un país de gran atractivo turístico. Y para ello, es básico el mantenimiento de nuestras infraestructuras y contar con buenos medios de transporte. También es necesario un buen Corredor Mediterráneo de mercancias ya que somos un país exportador que utiliza muy poco el ferrocarril para esta utilidad. Y cercanías para que las ciudades funcionen, ya que son los motores de crecimiento de la economía nacional.
-¿Cuál es la visión que tiene una multinacional como Siemens de España?
-Es importante que el Ejecutivo se acostumbre a hacer más con menos y por ello debe encontrar las áreas de ineficiencia. Tenemos que poner en valor nuestras energías renovables. Somos un paraíso en ello, ya que tenemos sol y tenemos viento. Nuestro problema es que todo lo que producimos lo debemos consumir, ya que no hemos sabido negociar con Europa líneas de transmisión eléctrica que nos permitan evacuar la energía que producimos y que, por ejemplo, podrían abastecer Alemania cuando desenchufe sus centrales nucleares. Hay que hacer una labor política muy importante con la UE para que no solo se aprueben corredores ferroviarios sino también energéticos hacia Europa.
-En este punto, ¿qué le parece el plan de crecimiento europeo?
-Los planes europeos son interesantes, pero el problema es que el 20% del primer tramo de inversión lo tiene que afrontar cada país antes de que financie la UE. Algo difícil en estos momentos. De todas formas, en Siemens siempre estamos en contacto con los países europeos para ver sus problemas y de qué manera podemos participar. Por ejemplo, le hemos remitido al Ministerio de Fomento un proyecto tecnológico para que los trenes españoles, al atravesar los Pirineos, puedan modificar el ancho de vía y el voltaje hacia el resto de Europa.
-¿Hay que apostar por la innovación?
-Por supuesto. Quizá por ello, el de I+D en 2012 es uno de los recortes que más se puede cuestionar. Porque la inversión es del 1,39% de nuestro PIB, muy bajo en comparación con Alemania, Finlandia o Japón, que invierten más de un 3%. Y el único culpable no es solo el Gobierno, sino que también lo son las empresas españolas, que ponen el 50% de la inversión mientras que en Alemania es más del 60%. En este momento yo priorizaría una innovación que genere patentes y productos, ya que así se genera un círculo virtuoso. Si tienes poco dinero para innovar, inviertes y creas una patente. Porque si el producto tiene éxito, lo venderás y pagarás impuestos que, a su vez, servirán, en parte, para financiar universidades. Y esto permitirá que aumente el presupuesto para I+D y así crear más productos. Hay inversiones en innovación que son importantes pero no generan riqueza automáticamente, lo que ahora mismo es urgente, por lo que se pueden relegar.
-¿Qué hay sobre los recortes anunciados por Siemens desde Alemania?
-Nosotros anunciamos en julio un ERE en la división española. Lo digo con tristeza porque cada despido es un fracaso para nosotros. Era un ERE de 200 personas pero que al final se quedó en 141 personas. El plazo para el expediente acaba a finales de marzo y esperamos que sean menos los despidos. Si lo hemos hecho tan largo es porque estamos bucando opciones para reducir el número de gente que va a salir ofreciendo formación, años sabáticos a quién quiera, proponiendo carrera internacional a otros... Porque hay mucho talento y no queremos desperdiciarlo. ¿Qué va a pasar en Alemania? No sé si este plan supondrá más despidos en España. Internacionalmente la compañía va a tener unos resultados en línea con lo esperado. Pero yo creo que todas las empresas deben hacer procesos de higiene, sean grandes o pequeñas. Ver dónde pueden ahorrar costes, qué productos, divisiones o procesos son ineficientes... Simplificar la estructura, ya que nos hemos dado cuenta de que lo perfecto a veces es enemigo de lo bueno.
-¿Cómo valora la reforma laboral?
-A nosotros y a muchos empleados nos ha servido porque hemos podido reducir jornada o explorar alternativas al despido. A veces, voluntarias por parte de los propios trabajadores.
-¿Se han planteado desinvertir en España por la crisis?
-No. Hemos descubierto que España es muy buena en muchos aspectos. Estamos utilizando empleados españoles para construir corredores ferroviarios en Iberoamérica o África, ya que aquí no hay proyectos. Nuestros trabajadores están muy bien reconocidos en Alemania y se están yendo de forma temporal allí a hacer proyectos. España tiene un talento muy reconocido por lo que muchos de nuestros departamentos están moviendo sus cuarteles generales para orientarse a zonas en desarrollo. Muchas veces no nos damos cuenta de la potencia de las empresas españolas. Compañías que a lo mejor en España tienen pequeños proyectos, pero en el resto del mundo son muy fuertes. Y quieren trabajar con nosotros porque nos conocen. Quizá en España no se van a crear nuevas empresas pero sí van a aumentar su produción y por eso hay que ofrecerles líneas de crédito. Mucha parte de nuestro negocio en España depende de la exportación y del trabajo de las grandes empresas españolas.
-¿Descartán integrarse en algún consorcio español en proyectos extranjeros?
-A veces participaremos, como con el consorcio del metro de Santo Domingo. En otros, aportaremos tecnología. Siemens es experta en trabajar en condiciones metereológicas muy extremas, desde Rusia a zonas con altas temperaturas. Habrá consorcios nacionales que nos subcontraten a pesar de que no formemos parte de ellos.
-¿Les interesa la futura liberalización del sector ferroviario nacional en relación a algún proyecto?
-El Gobierno debe sacar sus propuestas primero. En el AVE de Galicia se han anunciado dos tramos más pero en los que han salido, estamos. Mantenemos relaciones fluidas con Renfe, conocen nuestras finanzas y se han ofrecido a nosotros y a nuestra competencia para adquirir parte de lo que ahora van a privatizar, o hacer participaciones público-privadas. El Gobierno nos está escuchando.
-¿Le preocupa el estigma de que el país esté al borde del rescate?
-Al país le interesaría tener una prima de riesgo de 200 puntos. Me preocupa que se ponga la palabra Grecia y España en la misma frase. Son economías distintas, España tiene un problema grave de endeudamiento pero posee una economía real muy vigorosa, lo que se palpa en el reconocido prestigio de sus grandes empresas, escuelas de negocios, constructoras, ingenierías... Desde fuera se nos ve de color gris, pero cuando te acercas hay tonos negros y blancos encabezados los blancos por nuestras compañías. Debemos resolver el excesivo endeudamiento para volver a ser una historia de éxito. Y no lo duden, lo seremos.
-¿Cree que las medidas aplicadas por el Gobierno son correctas?
-El Ejecutivo está tomando las decisiones económicas adecuadas y hay que darle tiempo. Hay que dejar claro que para salir de la crisis España necesita a Europa y Europa necesita a España. Las alianzas economicas entre España y Alemania a veces se infravaloran. Ellos son nuestro segundo cliente y nuestro primer suministrador. Si España no crece Alemania se resiente. Por ello, Alemania da las recetas que le funcionaron con buena voluntad, como se pudo comprobar en la última cumbre empresarial hispano-germana. Porque ahora España está haciendo lo mismo que Alemania en el año 2003. El año que viene y posiblemente el siguiente, serán duros, pero vamos a salir adelante. Nuestra economía no es de barro, sino que contamos con grandes empresas que saben hacer muy bien las cosas y están altamente reconocidas.

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