29 enero 2013

Renfe reduce sus números rojos

Renfe pierde 40 millones tras reducir los números rojos en 300 millones

No consigue entrar en beneficios en 2012 pero logra un fuerte ahorro de costes

Renfe Operadora se quedará a las puertas del beneficio en 2012, pero no será capaz de ganar dinero por primera vez en toda su historia. La compañía presidida por Julio Gómez-Pomar registrará unas pérdidas aproximadas de 40 millones de euros, lo que supondrá reducir sus números rojos en casi 300 millones si se compara con el anterior ejercicio, según explican a elEconomista fuentes conocedoras del balance provisional de la compañía. Lea aquí la revista especializada en transporte de elEconomista.
Esta cifra corrige las previsiones iniciales para el pasado ejercicio, que eran bastante más optimistas. Gómez-Pomar anunció en el Congreso a primeros del pasado mes de abril -coincidiendo con la presentación de los Presupuestos Generales del Estado- que el operador ferroviario público iba a ganar 66,8 millones de euros en 2012.
Pese al desfase entre la cifra original y la que ahora se prevé, en Renfe Operadora reina el optimismo porque se han logrado reducir 300 millones de pérdidas. No hay que olvidar que la compañía tuvo que revisar al alza los números rojos en 2011 hasta los 335 millones de euros tras tener que reformular las cuentas por deteriorarse el valor de las participaciones financieras de las sociedades de Renfe y el no poder incluir en el balance una parte de los ingresos correspondientes a la Compensación de las Administraciones Públicas para sostener algunos servicios públicos.
La compañía puso en marcha a comienzos del pasado ejercicio un fuerte plan de ahorro de costes que ha logrado sus objetivos. Las mismas fuentes señalan que parte de esos ahorros se han conseguido por los procesos de auditoría que Renfe Operadora puso en marcha el pasado ejercicio para vigilar de cerca los procesos productivos de la docena de sociedades mixtas en las que la compañía participa junto con fabricantes ferroviarios.
La empresa ha vigilado que las labores que se realizan con los trenes estropeados, o con los que necesitan una revisión periódica, sean las correctas para evitar una mayor facturación de la debida. Es como si el perito de seguro comprueba los daños del coche (en este caso del tren) antes de comenzar a repararlo. Sólo por este concepto se han ahorrado en torno a 30 millones de euros. A ello habría que sumar unas sinergias de entre 30 y 40 tos de altos cargos que se ha realizado y la notable bajada de los sueldos.
Pese a estos recortes, el problema para Renfe Operadora es que 2013 tampoco será el año de la rentabilidad. Aunque la compañía prevé ir retirando paulatinamente las rutas de media distancia no rentables (sustituyéndolas por autobuses o dándole la oportunidad a las comunidades autónomas de gestionarlas) esta medida sólo ahorrara 51 millones de euros.
Paralelamente, se prevé un incremento de ingresos tras la nueva política comercial de precios del AVE, que pretende aumentar hasta el 70 por ciento la ocupación de los trenes, y por la llegada de operadores ferroviarios privados, que en teoría alquilarán a Renfe Operadora los trenes de alta velocidad que ahora le sobran a la compañía.
En el aspecto negativo, la empresa ya ha asumido desde el pasado 1 de enero parte de los activos de Feve, incluida una deuda de 170 millones. La compañía de ferrocarriles de vía estrecha registraba unas pérdidas anuales de 150 millones, unos números rojos que proporcionalmente también afectarán a las cuentas de Renfe al final del ejercicio. La rentabilidad tendrá que esperar por lo menos otro año.

fuente   http://www.eleconomista.es

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