13 abril 2014

130 aniversario del ferrocarril en Pontevedra

Siguiendo el rastro de las antiguas vías en tren turístico

El Museo conmemora el 130 aniversario del ferrocarril en la ciudad con un recorrido urbano


El silbido de una vieja locomotora de vapor nos pone en ambiente. A las puertas del acristalado Sexto Edificio del Museo, una máquina y un vagón de madera nos teletransportan con la imaginación a los primeros ferrocarriles. Nos disponemos a viajar en el tiempo para recordar por dónde discurría el tren desde su llegada a Pontevedra en 1884 hasta que en los años sesenta se construyó la actual estación y dejó de utilizarse la primigenia de la praza de Galicia.
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El Museo ha querido conmemorar el 130 aniversario del ferrocarril en la ciudad proponiendo este recorrido, al tiempo que se celebra en el edificio Sarmiento la exposición sobre la historia del tren de juguete español, con las trescientas piezas de la prestigiosa colección Quiroga-Monte.
Los primeros en subir al coqueto vagón son dos turistas madrileños, Isabel y Miguel, y dos pontevedresas de adopción, Pilar y Ángeles. «Yo no nací aquí, pero mi marido aún se acuerda de la antigua estación en la plaza de Galicia», señala Ángeles. Como es obvio, esta plaza es parte de la ruta, que arranca desde el mismo Sexto Edificio y tiene su primer rastro del tren en la vista desde la avenida del Uruguay de los pilotes del antiguo puente del ferrocarril en A Barca, abierto en 1899 y que permitió viajar ya hasta Santiago. La megafonía -aunque en este primer viaje casi se oye mejor fuera que dentro del tren- narra a continuación la crónica de los periódicos de la época sobre el viaje de ensayo y la inauguración de la línea Redondela-Pontevedra en 1884.
Ya desde la plaza de Galicia, en la que la actual marquesina recuerda dónde se ubicaba la estación -ahora centro urbano pero entonces «las afueras» de la ciudad-, la línea discurría por Reina Victoria, con dos pasos a nivel, hasta el paseo de Colón, aunque por debajo del nivel actual de la calle. La vía del puente servía para los más arriesgados como paso entre la ciudad y la fábrica de ladrillos del marqués de Riestra, y muchos jóvenes en verano utilizaban también este puente como trampolín hacia el Lérez. Quienes quieran seguir esa vieja línea podrán hacerlo también hoy y el 16 de mayo.

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